Jefes de Estado de la ALBA condenan el “despliegue militar” de EE. UU. en “aguas del Caribe”

Los líderes de los diez países miembros de la Alianza Bolivariana denunciaron que la presencia militar estadounidense en aguas cercanas a Venezuela representa una amenaza regional.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los diez países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron este miércoles, en una cumbre virtual extraordinaria, el “despliegue militar” de Estados Unidos en “aguas del Caribe“.
En un comunicado, Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía advirtieron que “el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe, disfrazado de operaciones antidrogas, representa una amenaza a la paz y a la estabilidad de la región y constituye una violación flagrante del derecho internacional”.
La ALBA fue convocada un día después de que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, asegurara que EE. UU. está preparado para “usar todo su poder” para frenar el “flujo de drogas hacia su país”, tras ser preguntada sobre el despliegue de tres buques con 4,000 soldados en las aguas del Caribe cerca de Venezuela.
Los diez gobernantes de la alianza, que se reunieron por videoconferencia durante casi dos horas y media, señalaron también que “las órdenes del Gobierno de los Estados Unidos de desplegar fuerzas militares bajo pretextos falsos” tienen “la clara intención de imponer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional de los Estados de América Latina y el Caribe“.
Por tanto, exigieron el cese inmediato de “cualquier amenaza o acción militar que vulnere la integridad territorial y la independencia política” de la región.
Por otra parte, expresaron su “más firme y absoluto respaldo” al presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien, según la alianza, enfrenta “nuevamente una nefasta ofensiva de persecución política y judicial promovida desde los Estados Unidos“, cuyo Gobierno, encabezado por el mandatario Donald Trump, duplicó a 50 millones de dólares una recompensa por información que conduzca al arresto del chavista, a quien Washington acusa de “tráfico de drogas“.
“Denunciamos que las acusaciones infundadas, mitómanas y carentes de sustento legal y utilizadas como instrumento de hostigamiento mediático y diplomático forman parte de la estrategia de judicialización, de la política que pretende deslegitimar Gobiernos soberanos y abrir el camino a la intervención extranjera“, dijeron los jefes de Estado y de Gobierno del bloque.
Fuente: Diario Libre