:quality(50)//cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/S44S72KIQNFSVLCHUS2RVYZW5Y.jpg)
Sajad Ganjzadeh logró la presea porque le dieron un golpe demasiado fuerte en karate.
Sajad Ganjzadeh se puede llevar el título de la medalla más insólita en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El luchador de karate kumite iraní iba perdiendo por 4 a 1 en su pelea con el saudí Tareg Hamedi y fue noqueado por una violenta patada.
Apenas un minuto después del inicio del combate, Hamedi parecía el dominante, habiendo anotado un “ippon” de tres puntos en el noveno segundo y liderando 4-1 antes de que la pelea llegara a un abrupto final con la la patada del sudafricano.
La patada de Hamedi al cuello de Ganjzadeh lo envió al tatami y el saudí en modo de celebración antes de que el ambiente en el estadio Nippon Budokan cambiara cuando los médicos corrieron al lado de Ganjzadeh, colocando una máscara de oxígeno en el iraní y sacándolo en una camilla