El ‘bullying’, ¿existe entre padres e hijos y viceversa?

ESTE TIPO DE ACOSO SE DA EN LA ESCUELA, PERO A VECES SUELE COMENZAR EN LA CASA DONDE HAY VIOLENCIA VERBAL DE TIPO ‘SUTIL’. ÉSTA TERMINA LASTIMANDO EL AUTOESTIMA E INTEGRIDAD DE LA PERSONA A QUIEN SE DIRIGE.

Al hablar de ‘bullying’ hablamos de un tipo de acoso que ocurre en el contexto escolar. No obstante, las formas de violencia están tan normalizadas que no se ven o suelen esconderse bajo expresiones de tipo “deja el relajo”. Lo anterior nos lleva a las siguientes preguntas: ¿Existe el bullying de padres a hijos y viceversa? y ¿Cómo reconocer una situación de bullying?

Si bien la respuesta es compleja, una de las características principales es que se trata de un acto de intimidación y violencia, constante y repetida en el tiempo. A esto añadiremos lo siguiente: si duele, no es “relajo”, es violencia. Entonces, ya sabemos que el ‘bullying’ ocurre en un contexto escolar, se trata de una amenaza constante y, sobre todo, ocurre entre pares. Por lo tanto, ¿puede haber ‘bullying’ entre padres e hijos y viceversa? Simple, la respuesta es no.

De lo que podríamos hablar es de formas violentas en las interacciones del sistema familiar. Y, quizás, en este punto estarías preguntándote “entonces, si un padre se burla de su hijo o viceversa, ¿de qué estamos hablando?”. En ese caso sería violencia verbal de tipo sutil. Es sutil porque pasa desapercibida mediante disfraces como el chiste o indirectas, los cuales terminan lastimando el autoestima e integridad de la persona a quien se dirige. Un asunto delicado

Cuando las interacciones violentas se realizan de padres a hijos el asunto es más complicado. Los padres no sólo son las figuras de autoridad, representan las primeras interacciones que el niño recibe. Por lo que, si estos utilizan la violencia para solucionar los conflictos, sus hijos podrían interiorizar un modelo de apego inseguro con los demás donde aparecerían conductas agresivas o de victimización.Por esta razón es tan importante que los progenitores y/o tutores desarrollen un vínculo seguro con los niños y las niñas. Otro punto clave es que los adultos aprendan herramientas para el manejo de la ira.

En cualquiera de los casos, si te has identificado con lo que acabas de leer y así lo necesitas, es el momento de buscar ayuda. Es importante tener siempre presente que es en el hogar donde está la base de la formación.

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